El nombre de Luciana Aymar es uno de los que están grabados con letras doradas en la vitrina que exhibe a los grandes talentos de la historia del deporte. Y, lógicamente, la historia de “Lucha” está íntimamente relacionada con la del hockey nacional y con la de Las Leonas.
Actualmente, viviendo en Santiago de Chile, una de las deportistas más importantes de la historia argentina habló en el programa Rosario Deportes, de Radio 2, y recordó parte de su carrera. “Cuando hablo de los mundiales y de los juegos olímpicos que disputé se me mezclan un poco los recuerdos, pero en mi caso particular, los Juegos Olímpicos Sydney 2000 fueron especiales. Además se generó una revolución con el hockey y con la presentación de Las Leonas. A nivel Selección fue una locura. La llegada a Rosario, el recibimiento. Fue increíble”, expresó.
Además, sobre su amor por el deporte, indicó: “El hockey fue mi primer amor, y duró mucho tiempo. Disfruté muchos años, tuve el privilegio de jugar todos los torneos que existieron en ese momento y de estar en actividad hasta los 37 años, que no es fácil. Obviamente que al decidir jugar tantos años prioricé siempre el deporte y dejé de lado otras cosas”.
Por otro lado, en relación al proceso que vio desde adentro en Las Leonas, marcó la llegada de Sergio Vigil y sus laderos como un antes y un después. “En el año 98, cuando tomaron el mando de los equipos nacionales Cachito Vigil y el resto de los entrenadores de la época, marcaron el camino. Ellos marcaron la pauta de comenzar a entrenar como un deporte profesional. Ahí se armó un poco de lío en el plantel porque muchas eran jugadores amateurs, que tenían sus trabajos, sus estudios. La diferencia fue que desde ese momento la prioridad pasó a ser la Selección, con entrenamientos de mañana y tarde y la vista puesta en los siguientes cuatro o cinco años, con el objetivo de buscar resultados”.
UNA CARRERA GLORIOSA Y UN FUTURO PROMETEDOR
En cuanto a los picos más altos de su carrera, Aymar enumeró: “Entre los momentos más destacados de mi carrera siempre elijo la Copa del Mundo 2002 en Malasia, los Juegos Olímpicos Londres 2012, donde me tocó llevar la bandera y fue como tocar el cielo con las manos. Como deportista eso es lo máximo que te puede pasar. Después disfrute mucho la Copa del Mundo 2010 en Rosario, porque estuve acompañada por mi familia, amigos”.
“Ese mundial parecía uno de fútbol. La gente alentaba, el Monumento de la Bandera repleto de gente. Ese momento fue soñado. Para que un equipo llegue a ganar se tienen que dar muchos factores, y ahí se nos dio todo”, recordó.
Por otra parte, sobre la selección de hockey femenino actual, señaló: “Actualmente veo un equipo con mucha cantidad de jugadoras, que llegan con un gran profesionalismo y muy formadas. El entrenador tiene muchas opciones. La verdad es que es impresionante el nivel de Las Leonas, siempre van a estar ahí arriba, peleando por los primeros puestos”.
Finalmente, de cara el futuro, manifestó: “Siempre me veo cerca del hockey. Hoy estoy viviendo en Chile, pero las puestas siempre están abierta para ver que puedo aportarle a la Selección. En un momento trate de alejarme porque fue una forma de soltar un poco. Después pasó el tiempo, hice el duelo y hoy estoy preparada para otras cuestiones”.