Desde que tengo uso de razón, siempre quise ser Maradona. Mi sueño era ser jugador de fútbol. Quería ser como él. Nací en 1981 y el primer recuerdo que tengo sobre un partido de fútbol es la Final del Mundial de México 1986. Y ahí estaba Maradona, habilitando a Burruchaga y luego alzando la copa. Me acuerdo de eso: ¡Argentina Campeón!; algarabía total. Festejos.
Anteriormente el gol a Italia. Los goles a Inglaterra (¿esos dos entran en la categoría de goles? Yo pienso que no, esos dos fueron otra cosa. No se pueden pensar desde la razón). Belgica también, ¡qué golazos! Pero no puedo mentir: los de este párrafo no tengo memoria de haberlos visto en vivo, por TV. ¿Ya teníamos el Talent a color que había comprado papá, con la botonera adelante? No me acuerdo, sinceramente. Sólo recuerdo haber visto la final.
Amo el fútbol y, por ende, amo a Maradona. “¿Argentina? Argentina, Maradona”. Así crecí yo. “Tocala, ¿quién te crees que sos, Maradona?”. Yo quería jugar como Maradona. “Yo soy Maradona, canté primero”. Y… era otra cosa, viste. No era lo mismo ser cualquier jugador que ser Maradona.
Me crié con esas frases. Todos queríamos ser Maradona. En mi escuela había un Maradona; jugaba como Maradona. En mi Barrio también. Hasta había “una” Maradona; claro, la chica jugaba como Maradona. En la plaza había uno que se hacía el Maradona, pero nada que ver, no era tan bueno.
Pelé o Maradona: Maradona; Platiní o Maradona: Maradona; Van Basten o Maradona: Maradona; Kempes o Maradona: Maradona; Bochini o Maradona: Maradona; Francescoli o Maradona: Maradona; Ruud Gullit o Maradona: Maradona; Alonso o Maradona: Maradona. Así crecí, pateando una pelota. Yo quería ser jugador de fútbol y jugar como Maradona. No lo logré, quién pudiera.
Toda mi vida soñé con tener un hijo varón y ponerle Diego, como Maradona. Mi sueño se hizo realidad hace poco más de seis años y estoy orgulloso de eso. De que mi hijo se llame Diego, como Maradona. Ése es mi regalo para Maradona. No es mucho en comparación con todas las alegrías que él me brindó, pero es lo que yo puedo darle. Nada, eso; y que siempre quise ser como Maradona.