El tuerto es rey

En un partido menos que mediocre, frente a un rival que viene en caída libre y no sumó nada en lo que va del torneo, Central se quedó con tres puntos y muchísimas dudas respecto a su propuesta futbolística. Ganó dos a uno con goles de Damián Martínez y el debutante uruguayo Martín Rabuñal.

En la semana previa y con la necesidad de cambiar la imagen, el DT canalla anunció cambios de esquema y de algunos nombres. Pese a eso, el equipo lució igual y por momentos peor que en las anteriores presentaciones. Se repitieron los mismos problemas a la hora de generar juego ofensivo, ya que la dupla de ataque no tuvo demasiadas chances. Siguen los desacoples en la zona del mediocampo tanto a la hora de recuperar como de crear. Defensivamente, lo mejor estuvo en Nicolás Ferreyra que, paradójicamente, no iba a ser titular y Jorge Broun tuvo dos intervenciones claves para evitar que la historia sea otra.

Identidad: el diccionario define esta palabra como un conjunto de rasgos y características que permiten distinguirla de otras. Y claramente, el equipo carece de todo eso. No se destaca, no se supera y por si fuera poco, se encuentra nivelado hacia los de abajo en un fútbol argentino cada vez más deteriorado.

Se acerca el encuentro ante Colón el próximo domingo en Santa Fe, que contrariamente al equipo de Sarandí, tiene puntaje ideal y va por más. Será una parada importante en la mitad del torneo y seguramente, definirá para qué está Central en esta competencia. En fútbol, si hay que cambiar, hay que hacerlo a tiempo.