Luego del empate frente a Huracán, el conjunto dirigido por Juan Manuel Azconzábal comienza una nueva semana de entrenamientos de cara al compromiso del próximo domingo ante Talleres en el 15 de Abril por la séptima fecha de la Liga Profesional.
Después de un fin de semana libre, el plantel rojiblanco retomó las prácticas en el predio de Casasol ya pensando en planificar los tres cotejos que disputará en tan solo ocho días: domingo 22 de agosto ante el equipo cordobés, jueves 26 ante Godoy Cruz en Mendoza y el lunes 30, nuevamente en Santa Fe, ante Argentinos Juniors.
En principio, y para el primero de los cruces que tendrá Unión, el DT deberá retocar el once titular (que viene de una racha de tres partidos sin caer derrotado) debido a la expulsión que sufrió Lucas Esquivel ante el Globo: ¿vuelve Peñailillo o el Vasco optará por mantener el esquema colocando a Emanuel Brítez (o a Dylan Gissi) en la defensa? Primera incógnita, por el momento.
Otro tema que preocupa en el mundo Tatengue es el hecho de que Nicolás Blandi, reciente incorporación, se haya resentido de su lesión y no pueda trabajar a la par de sus compañeros: aunque en los últimos duelos el equipo mejoró bastante en la zona ofensiva, Unión necesita generar más situaciones de gol y sobre todo, convertir las chances que se le presentan.
Si bien es cierto que el ánimo a nivel general es otro del que se tuvo a principios del campeonato, Unión no puede relajarse ni conformarse con el presente: en sus aspiraciones de ingresar a las próximas competencias internacionales, el Tate debe sumar muchos puntos, y para eso debe ganar. En un campeonato muy irregular para todos los equipos, los de Azconzábal no están tan lejos de la zona de copas, pero tampoco deberán descuidar el tema de los promedios para el año que viene, teniendo en cuenta que varios de los que tiene abajo vienen sumando mucho.
Todos los partidos son difíciles, pero los de la Avenida tienen una buena oportunidad para cerrar el mes de agosto con varias unidades más de las que posee. Para eso deberán sostener en cancha todo lo bueno que vienen realizando y tendrán que corregir los errores frecuentes.