Tras la polémica expulsión de Éver Banega, el técnico de Newell’s sostuvo que el grupo está “dolido” por la derrota ante Estudiantes pero confía en recuperarlo para recibir a Central, el próximo domingo.
Luego de la derrota de Newell’s ante Estudiantes en La Plata, el técnico rojinegro Mauricio Larriera no ocultó su lamento por perder a Éver Banega -expulsado- para el clásico del domingo que viene contra Central, en el Coloso, aunque confía en levantar anímicamente al plantel.“Quiero ganar y que sea una fiesta en paz para todos”, dijo en la antesala del derby.
Sobre la polémica jugada que derivó en la expulsión del capitán, el uruguayo dijo que no volvió a ver la acción y que dentro de la cancha estaba muy lejos como para juzgar si estuvo bien echado:“Hay que ser un poco psicólogo y dejar pasar las horas, el mayor dolor lo tiene Éver por dejar al equipo con diez. Si fue para expulsión, evidentemente fue sin intención”.
En cambio, sí apreció que la falta de José Sosa contra Gustavo Velazquez, unos minutos después de la roja al 10 leproso, quizás era para expulsión. “Me da la sensación de que Sosa no quiere jugar la pelota. Si no lo vieron es que para ellos no existió. Si hubo una equivocación, se equivocan como nosotros”, respondió sobre la tarea del equipo arbitral.
“Las conclusiones son negativas no solo por el resultado sino por perder a un futbolista importante y al capitán. No puedo hacer un análisis muy profundo porque se desvirtúa con la expulsión, desde ahí en adelante fue muy negativo”, analizó sobre el partido en La Plata.
“Lo que queda de positivo es que los muchachos corrieron, metieron y hasta generamos alguna situación de gol. Lo otro relativamente bueno es que tenemos unos cuantos días para recuperarnos. El grupo está dolido, pero anímicamente venimos bien”, agregó Larriera.
El entrenador, además, reconoció que tuvo “cierto temor” luego de la expulsión de Banega porque las pulsaciones y la intensidad con la que se estaba jugando el partido podría haber desencadenado otras rojas. “Hay que tener cuidado de no estrellarse con el árbol si el clásico es el bosque, creo que los jugadores sentían cierta impotencia dentro de la cancha”.
Acerca de si los arbitrajes los vienen perjudicando en el torneo, Larriera consideró que no: “Creo que lo de hoy fue algo puntual, no recuerdo que nos hayan perjudicado en partidos anteriores. El día que yo sienta que me están despojando de algo voy a buscar pruebas, si encuentro pruebas lo denuncio y si no me tengo que quedar quietito”.
Ya metido de lleno en el clásico rosarino, el técnico de Newell’s buscó quitarle dramatismo al partido y bajó un mensaje pacificador hacia toda la ciudad. “Sabemos que esta es una semana especial y que se vive de manera intensa. Yo tengo que llamar a la reflexión, he participado en muchos clásicos, esto no es vida o muerte, que sea en paz y ojalá que ganemos nosotros, pero que sea en paz para toda la gente de Rosario”, dijo.
“Quiero ganar y que sea una fiesta en paz en una ciudad de millones de habitantes y donde la vida es tan importante para nosotros”, concluyó en la conferencia de prensa, este lunes a la noche tras la derrota con Estudiantes.