A un pasito

No fue la jornada de la consagración del Paris Saint-Germain pero casi. Le ganó 2-1 de visitante al Auxerre y, salvo un milagro, será campeón de la Ligue 1. La diferencia la hizo con dos golazos de Kylian Mbappé, el segundo asistido por Lionel Messi. Así, mantuvo la distancia de seis puntos con el Lens (le ganó 3-1 al Lorient) cuando quedan dos fechas. ¿Cuál es el criterio de desempate si quedaran igualados en la cima? La diferencia de gol que hoy domina ampliamente el PSG: +50 contra +34. Sí, la vuelta está casi asegurada pero no matemáticamente. Un punto la próxima fecha le bastará para asegurarla.

El PSG salió a jugar sabiendo el resultado del Lens y aún así quiso liquidar todo de entrada. A los seis y a los ocho minutos llegaron los gritos de Mbappé, dos grandes tantos. El primero gambeteando y clavándola en el ángulo. El segundo, por un pase de Messi que Ekitike dejó pasar y el 7 le pegó fuerte de primera y a la red. En menos de 10 minutos ya estaban 2-0 y con una superioridad abrumadora que no supieron aprovechar.

El crack francés y el argentino se buscaron más veces y los llegaron a cerrar justito antes de que pudieran definir la historia. Mientras que al final del primer tiempo Ekitike pifió solito casi en el área chica lo que hubiera sido un 3-0 y sentencia. Y, en la última del partido, Messi le había metido otro pase fantástico al Mbappé, que definió bárbaro para el 3-1 que luego el VAR anuló por un offside muy fino.

Pero si algo dejó en claro este equipo de Christophe Galtier es que es capaz de tener dos caras en un mismo partido. Y así fue como el Auxerre, que pelea por no descender, en el segundo tiempo tomó el dominio del juego, descontó e hizo figura a Donnarumma que voló de un lado para otro. Impensado en el PT y la muestra de una muy floja segunda mitad del equipo parisino, a tono con este 2023 en el que perdió seis juegos por el campeonato y sufrió en otros tantos. Incluso cuando sacó a Ekitike y metió a un volante más como Vitinha no pudo corregir el mal funcionamiento colectivo en defensa.

Messi venía de los silbidos y algunos aplausos en el Parque de los Príncipes el partido anterior. Ahora, de visita, pudo sumar su asistencia N° 20 en la temporada (16 en Ligue 1), igualando la misma cantidad de goles que hizo en 39 partidos. Muy participativo en la primera parte, se buscó muchó con Mbappé y con esos pases filtrados que ya son marca registrada. En el ST su nivel cayó como todo el equipo, quedó muy lejos de un conjunto que se partió al medio. Aún así buscó con remates que fueron bloqueados.

Una historia de Messi y el PSG a la que le quedan los últimos dos capítulos. Leo está en busca del título N° 43 de su carrera, que le permitirá igualar a Dani Alves para ser el futbolista más laureado de la historia. Y eso podría darse el próximo sábado, cuando vuelva a jugar de visitante ante el Estrasburgo. Un empate le bastará o, incluso que el Lens no le gane al Ajaccio. Un título que se dará para que el mejor de todos pueda cerrar su dos años en Francia con una sonrisa antes de buscar un nuevo destino.

Con información de Olé.